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El Baile como Estimulante del Cerebro

Quien pensaría que el baile, que ha sido un medio de distracción y de acercamiento entre las personas, esté resultando ser un excelente estímulo para el cerebro.

Numerosos estudios han concluido que el cerebro y el sistema nervioso responden y se adaptan al acto de bailar. El baile combina movimiento, música y emoción, lo que involucra diversas áreas del cerebro y del cuerpo.

A través de la neurociencia se ha podido determinar la importancia del baile, y ha surgido la neurociencia del baile, el cual se centra en cómo el cerebro y el sistema nervioso responden y se adaptan al acto de bailar.  

La organización A.N.A. BCN, Asociación Neurociencia Aplicada Barcelona en un artículo titulado Danza y neurociencia: un proyecto transformador dice que:

“Los estudios de neurociencia centrados en la música y la danza muestran cómo bailar reduce el estrés y favorece el aprendizaje. Se reducen los niveles de cortisol, se reduce la neuroinflamación (Moschones et al., 2023), aumentan las conexiones cerebrales y la rapidez de procesamiento en adultos sanos (Burzynska et al., 2017), entre otros beneficios.”

En un artículo titulado Neurociencia Y La Danza, La danza, el alimento para el cerebro de Koncha Pinós Pey, publicado por la Universidad Veracruzana de México indican:

“Sabemos que la danza es un camino para mejorar los circuitos de aprendizaje, atención y memoria. No sólo lo dicen los educadores y bailarines sino también los científicos y todos nosotros deberíamos tomar buena nota de ello.

En la última reunión anual de  Society Neurocience del 2017 a la que asistieron 6800 personas prestaron mucha atención a la relación que existe entre bienestar, creatividad y danza. Los científicos recurrimos al movimiento porque este puede ayudarnos de manera multifacética a expresar emociones, trasmitir conceptos y diseñar estrategias complejas y precisas que son necesarias en el día a día.”

La Fundación Pascual Maragall va más allá y publicó un artículo titulado Beneficios del baile para un envejecimiento saludable: paso a paso y a compás, eindica que la autora se inspiró en “….Eileen Kramer, una mujer de 108 años, que nació en 1914 en Sydney. Se ha dedicado a la danza toda su vida, ha estado en activo hasta 2022 y se erige como una referente para los beneficios del baile. Aún hoy, participa en proyectos e interviene en algunos espectáculos. En sus propias palabras: “Todavía me gusta verme bien, maquillada, bien vestida y haciendo algo… Todavía me gusta llevar pintalabios… Todavía tengo emociones, todavía me siento profundamente conmovida por algo.”  

La autora de dicho artículo, Ana Belén López Rodríguez, Doctora en Neurociencia y bailaora, destaca, entre otras cosas que:

“Los beneficios del baile van más allá de los aspectos físicos visibles y no visibles, como el fortalecimiento de músculos, huesos y articulaciones. Cuando bailamos, ponemos en movimiento nuestro cuerpo, expresamos emociones, establecemos vínculos sociales sanos y fomentamos el humor y una actitud positiva, especialmente si perdemos el miedo al ridículo. 

Además, junto con la música, es una herramienta poderosa para promover la salud cerebral, ya que fomenta aspectos como la plasticidad neuronal, la coordinación y la memoria. 

Sus beneficios se extienden al resto del cuerpo, produciendo mejoras en la presión arterial, la regulación de los niveles de glucosa (punto clave para la diabetes tipo II asociada a la edad) y la reducción de la inflamación.”

Entonces, vamos a olvidarnos de la parte teórica y a bailar se ha dicho.

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