Enfoque, La Hambruna en Revolución: El HOLODOMOR VENEZOLANO
SADM #68 Sep/Oct 2016
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Ante la grave crisis que atraviesa el pueblo venezolano, se me hace obligante escuchar diversas opiniones, hacer observación participante y lo innegable en mi condición de investigador, el leer.
Recientemente una amiga, profesional de la sociología, me hizo hincapié en profundizar algunas lecturas, particularmente sobre el Holocausto Ucraniano, cuando me decidí, surgió en mí una mayor y profunda preocupación por lo que vivimos en nuestro país. Ciertamente Venezuela atraviesa por una de las peores crisis en su historia evolutiva y pareciera que lo que vivió Ucrania en los años 30, es lo que hemos empezado a transitar en estas tierras de América del Sur.
La hambruna que asoló el territorio de la República Soviética de Ucrania, dejo cifras de ente 3 y 10 millones de fallecidos por la inanición y es lo que hemos comenzado a vivir en nuestro país. En el contexto de la revolución, es evidente que se sigue un protocolo, un libreto diseñado desde mucho antes del golpe de estado a Carlos Andrés Pérez, dirigido por el sanguinario de Hugo Chávez. Y hoy después de su muerte se profundiza el mismo, pero más desvirtuado de lo que se protocolizó y aun más, plagado de mucha malignidad.
Esta hambruna en Venezuela es solo una de las aristas de la crisis que vivimos. Pareciera que es producto de un ACTO INTENCIONAL de exterminio, de malas políticas, de la improductividad creciente en el país en todos sus ámbitos, etc. y por qué no?, hasta circunstancias propias de la naturaleza, después de tantas maldiciones proferidas por casi todos los que residimos o no en este país, que han abonado el terreno para la hambruna que padecemos.
El régimen culpabiliza a los capitalistas de este país y a los países que le adversan, señalándolos de ser los culpables de la agonía que padecemos; tal cual surgió en la época del holocausto ucraniano, en donde las malas cosechas, sabotaje, la guerra contra la colectivización, procesos supuestamente llevados a cabo por los campesinos ricos, los Kulasks; acaparaban y destruían para oponerse al protocolo implementado por el régimen de Stalin.
Desde la llegada al poder comenzó la destrucción del país, la implementación de políticas públicas, totalmente alejadas de poder generar impacto positivo en la población, es por ello que en Venezuela contamos con numerosas evidencias de este holodomor venezolano. Somos un país, plagado de corrupción, delincuencia, drogas, violencia, expropiaciones, escases en todos los rubros, etc., y todo bajo la permisividad del régimen.
El mejor evento representativo de esta barbarie contra los seres humanos y que es la razón de este desahogo, el hambre en Venezuela. En donde se hacen inhumanas colas desde las horas de la madrugada, compras reguladas de productos de la cesta básica si es que llegan y cuya venta se hace por terminal de la cédula de identidad, ausencia de variedades en los anaqueles, en cualquier caso, sería más fácil decir, la ausencia de todos los productos, nuestras huellas digitales hasta para comprar hisopos, el nuevo oficio/profesión, los llamados bachaqueros, otros resentidos que explotan el bolsillo de aquellos que se niegan a hacer las colas y compran lo revendido por estos, máxima representación del hombre hecho en el socialismo del siglo XXI y ahora los CLAP.
Se hace inaudito que muchos niños y adolescentes de nuestro país, “generación de relevo”, como se pueden considerar en todos los países del mundo; desde el útero ya vienen con deficiencias nutricionales, porque si sus madres no se alimentan, como pensar que los fetos estarán bien nutridos; luego en las primeras etapas de vida, el destete, casi que saliendo al mundo y la ausencia de alimentos adecuados para su desarrollo humano integral, según sea la edad. Niños hoy por hoy, mermados en todos los sentidos, desnutridos, aunque algunos señalan que muchos están obesos, pero son obesos producto del consumo de carbohidratos, sencillo el darles de comer arroz y pastas, cuando la consiguen y algo peor aún los trastornos conductuales, en lo cual no ahondaré.
El negar la existencia de la crisis en el país, es otro elemento coincidente con lo vivido por los ucranianos. Es abominable negar una situación como la que vivimos y la que sin duda alguna va en escalada y de la cual hay muchas pruebas; expresados a través de las mismas colas, los robos de las compras hechas, los intentos y los saqueos como tal, la deserción escolar, la astenia, la fatiga, por mencionar algunos.
Por eso considero que el estado en manos de estos corruptos, lo que persigue es aniquilarnos, acabar con todos independientemente del como pensemos y actuemos, pues esto es un hecho generalizado. Ellos, día a día, procuran desestabilizarnos en todos nuestros aspectos. Están enfermos de poder, poder que han ejercido sobre la ciudadanía, a través de amedrentamientos, bozales de arepa, tales como bolsas de comida descompuesta, en muchos casos a cambio de firmas que les garanticen mantenerse en el poder, interpretaciones de las leyes de acuerdo a sus intereses personales, conculcación de nuestros derechos, detenciones arbitrarias a estudiantes, dirigentes políticos, humillaciones persistentes y por supuesto maltratos físicos, con lesiones severas. Donde lo único que priva es el poder y como resultado el control político administrativo sobre la población.
Otro elemento coincidente con el holocausto ucraniano, tiene que ver con la ausencia de cifras oficiales, evidentemente parecido a nuestra realidad. El control de cada estallido popular, ejecutado por el Ejército Rojo, otro aspecto coincidente, por eso hasta el color de estos malhechores, está basado en procesos históricos y el surgimiento de las brigadas para generar opresión, aquí la legitimación de los colectivos, grupos de choque y la milicia en donde abundan aquellos que ni aliento para uniformase tienen.
Que nos queda a los venezolanos ante esta espantosa crisis, huir o enfrentar; claramente es una decisión muy personal de cada individuo. Pero huir, sería permitirles a ellos convertir a Venezuela, en el campo de concentración más grande del mundo. Por eso en mi opinión personal, debemos enfrentar, ir a la batalla cuerpo a cuerpo, generar PRESIÓN en todas las calles de Venezuela, que no quede una calle vacía de gente que quiere de verdad el cambio, que la población interprete y racionalice y convierta esto en un tsunami social, donde habrán bajas es seguro, pero tener una Venezuela libre, no tiene precio. De lo contrario el holocausto Venezolano, quedará plasmado en la historia de nuestro país, y ojalá sirva de enseñanza a otros pueblos, gobernantes, y esta penosa y humillante historia NUNCA más se repita.
Venezuela, le suplica a nosotros sus hijos, que rescatemos el sentido de pertenencia y ofrezcamos nuestro esfuerzo y voluntad, pero no como una limosna como en la iglesia, es decir, no lo que nos sobre.
Volvamos a ser ese BRAVO PUEBLO, que un día en algún momento de la historia fuimos. Abramos ventanas al cambio, detengamos esta hambruna y evitemos males de mayores.
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