Carta de La Editora
SADM #67 Jul/Ago 2016
Katty Guanipa, Editor in Chief
Con esta carta de la Editora comienzan las vacaciones de verano y un mayor número de personas buscamos un descanso al trajín diario.
Ya sea ir a vacacionar a alguna playa lejana o a un lugar cerca de casa, los días veraniegos con la familia y amigos generalmente incluyen mucha diversión bajo el sol, degustando comidas de temporada. Sin embargo, mientras que relajarse es una manera muy buena de mejorar la salud en general, las vacaciones no son pretexto para dejar de vivir un estilo de vida saludable.
Pero en esta oportunidad hablaré de las vacaciones de verano para los pequeños de la familia, que podrán divertirse y disfrutar de los juegos con sus amigos, los chapuzones en la piscina o de la arena de la playa. Sin embargo, son muchos días los que tienen por delante hasta final de agosto que retomen las clases, en los que también deben tener espacio para seguir aprendiendo, ¿y qué mejor que hacerlo mientras se divierten?
Lo mejor es tomárselo de forma de juego, que su aprendizaje en verano no lo consideren una obligación. Además, poder compartir más tiempo con los niños permite a padre e hijos potenciar distintas áreas de conocimiento como la socialización, la imaginación o la lectura.
En conjunto, la tecnología y los libros son el vehículo de aprendizaje más completo para que los más pequeños logren nuevas competencias formativas en vacaciones y para reforzar la formación ya adquirida en la escuela durante el transcurso escolar. “Se trata de proporcionarles un estímulo que les facilite su educación a la vez que se divierten durante las vacaciones”.
Es el caso de las apps educativas y tabletas electrónicas, cada vez más utilizadas y que a través de elementos como los cuentos clásicos de siempre, consiguen la combinación perfecta entre ocio y educación, despertándoles el interés por la lectura y ayudándoles a comprender el sentido de las cosas.
Existen muchas aplicaciones especialmente pensadas para los más pequeños, que permite a los niños convertirse en protagonistas del cuento, creando sus propias historias con los personajes que más les gusten. De este modo se fomenta la imaginación, la creatividad y la interacción, mejorando aptitudes como la lectura, la escritura, el pensamiento creativo o la expresión oral.
“El hábito de la lectura es un gran estímulo a la creatividad, imaginación, inteligencia y a la capacidad verbal y de concentración de los niños. Aprenden valores como la amistad, la comprensión, la tolerancia, la paciencia, la solidaridad y el respeto, que son esenciales para un sano desarrollo de los niños”
Felices y divertidas vacaciones !!!