Novedades, Reflexiones sobre la Intervención Temprana en niños con problemas del desarrollo

SADM #73 Jul/Ago 2017

Mercedes Baute, MS, Ed., IAIM Certified

Los primeros cinco años de vida es la etapa considerada más crítica y la raíz fundamental, para un desarrollo emocional saludable y exitoso de nuestros niños.

En años recientes expertos han estado hablando de la importancia de la intervención temprana, cuando un padre sospecha que su niño no muestra destrezas típicas de su edad. Por eso es tan importante la intervención temprana, la cual se ocupa de ayudar a desarrollar las destrezas básicas en los niños, antes de los cinco años.

¿Cuáles son las destrezas? Son destrezas físicas, como alcanzar objetos, gatear y caminar; cognitivas como pensar, aprender y resolver situaciones; destrezas de comunicación como hablar, escuchar y entender a los demás; destrezas emocionales y sociales como jugar, sentirse seguro y feliz; y por último, las destrezas de autoayuda como la capacidad de comer y vestirse por sí mismo.

Estamos viviendo una sociedad donde los padres ambos trabajan y el tiempo que dedican para compartir y observar a sus hijos es limitado. Sin embargo, son los padres los que pasan la mayor parte del tiempo con ellos y son los que pueden notar muchas cosas más de lo que puede observar el pediatra en su consulta médica.

En el trabajo educativo que he venido realizando a lo largo de mi carrera visitando y educando familias en el Sur de la Florida, comunicar al médico primario cualquier preocupación de atraso en el niño en alguna de las áreas que he mencionado anteriormente, es sumamente importante. Según expertos, a los tres años de edad las estructuras cerebrales están maduras y resulta más difícil hacer cambios importantes en el crecimiento y desarrollo de nuestros pequeños.

De hecho, el diagnóstico y el tratamiento de los retrasos del desarrollo infantil en forma temprana, aumentan las posibilidades de mejoras en nuestros niños y es por eso que no es bueno simplemente decir “vamos a esperar a ver qué pasa” y tratar los problemas más adelante.

Así que como experta en este campo, les recuerdo que atender las dificultades del desarrollo en niños pequeños de manera temprana, puede prevenir posibles problemas de comportamiento, aprendizaje, de lectura, física y de interacción social que a la larga van a repercutir en todas las áreas de desarrollo. Y que por consiguiente, la intervención temprana puede hacer mucho para las familias. Proporciona los recursos, apoyo e información a los padres de cómo mejorar las áreas de desarrollo infantil.

Además, ayuda a las relaciones e interacción entre padres e hijos y en el establecimiento de amistades y resolución de problemas; apoya y brinda estrategias para facilitar la satisfacción de las necesidades del pequeño; promueve el buen desempeño académico del niño en el futuro y hace que aprender sea divertido.

Novedades, Reflexiones sobre la Intervención Temprana en niños con problemas del desarrollo

SADM #73 Jul/Ago 2017

Mercedes Baute, MS, Ed., IAIM Certificada

Los primeros cinco años de vida es la etapa considerada más crítica y la raíz fundamental, para un desarrollo emocional saludable y exitoso de nuestros niños.

En años recientes expertos han estado hablando de la importancia de la intervención temprana, cuando un padre sospecha que su niño no muestra destrezas típicas de su edad. Por eso es tan importante la intervención temprana, la cual se ocupa de ayudar a desarrollar las destrezas básicas en los niños, antes de los cinco años.

¿Cuáles son las destrezas? Son destrezas físicas, como alcanzar objetos, gatear y caminar; cognitivas como pensar, aprender y resolver situaciones; destrezas de comunicación como hablar, escuchar y entender a los demás; destrezas emocionales y sociales como jugar, sentirse seguro y feliz; y por último, las destrezas de autoayuda como la capacidad de comer y vestirse por sí mismo.

Estamos viviendo una sociedad donde los padres ambos trabajan y el tiempo que dedican para compartir y observar a sus hijos es limitado. Sin embargo, son los padres los que pasan la mayor parte del tiempo con ellos y son los que pueden notar muchas cosas más de lo que puede observar el pediatra en su consulta médica.

En el trabajo educativo que he venido realizando a lo largo de mi carrera visitando y educando familias en el Sur de la Florida, comunicar al médico primario cualquier preocupación de atraso en el niño en alguna de las áreas que he mencionado anteriormente, es sumamente importante. Según expertos, a los tres años de edad las estructuras cerebrales están maduras y resulta más difícil hacer cambios importantes en el crecimiento y desarrollo de nuestros pequeños.

De hecho, el diagnóstico y el tratamiento de los retrasos del desarrollo infantil en forma temprana, aumentan las posibilidades de mejoras en nuestros niños y es por eso que no es bueno simplemente decir “vamos a esperar a ver qué pasa” y tratar los problemas más adelante.

Así que como experta en este campo, les recuerdo que atender las dificultades del desarrollo en niños pequeños de manera temprana, puede prevenir posibles problemas de comportamiento, aprendizaje, de lectura, física y de interacción social que a la larga van a repercutir en todas las áreas de desarrollo. Y que por consiguiente, la intervención temprana puede hacer mucho para las familias. Proporciona los recursos, apoyo e información a los padres de cómo mejorar las áreas de desarrollo infantil.

Además, ayuda a las relaciones e interacción entre padres e hijos y en el establecimiento de amistades y resolución de problemas; apoya y brinda estrategias para facilitar la satisfacción de las necesidades del pequeño; promueve el buen desempeño académico del niño en el futuro y hace que aprender sea divertido.