El artículo de la Clínica Mayo, publicado en julio de 2025, explica que las personas con diabetes sí pueden comer frutas, incluso las más dulces, como las fresas o los arándanos.
Lo importante no es el tipo de fruta, sino la cantidad total de carbohidratos que se consume en una porción. Cada fruta tiene una cantidad distinta de carbohidratos, pero cuando se compara una porción equivalente de 15 gramos de hidratos de carbono, el efecto sobre la glucosa en sangre es muy similar.
Las frutas aportan vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, y son parte esencial de una alimentación equilibrada. La Clínica Mayo recomienda incluir frutas dentro del plan de comidas diario, controlando las porciones para mantener los niveles de glucosa dentro del rango deseado. Por ejemplo, una porción típica de fruta (que equivale a unos 15 gramos de carbohidratos) puede ser media manzana, media banana, tres cuartos de taza de arándanos, una naranja mediana o una taza de melón.
En Estados Unidos, las principales guías coinciden con esta recomendación. La Asociación Americana de la Diabetes (ADA) indica que las frutas no deben eliminarse, sino integrarse en el conteo de carbohidratos diario. La CDC sugiere seguir el modelo del plato (MyPlate), donde las frutas y verduras ocupan la mitad del plato, priorizando siempre fruta entera, fresca o congelada sin azúcar añadido. El Departamento de Agricultura (USDA) recomienda para adultos entre una y media y dos tazas de fruta al día.
Las frutas con bajo o moderado índice glucémico, como los arándanos, las fresas, las manzanas, las peras y los cítricos, tienden a elevar la glucosa más lentamente. También es útil comer fruta junto con alimentos que contengan proteína o grasa saludable, como yogur, nueces o mantequilla de maní, para reducir los picos de glucemia después de comer.
Por otro lado, se aconseja limitar los jugos de fruta, incluso los naturales, porque su absorción es rápida y elevan la glucosa con más facilidad. También conviene moderar el consumo de frutas desecadas (como pasas o dátiles), ya que concentran una gran cantidad de azúcar en poco volumen.
En conclusión, la fruta no está prohibida para las personas con diabetes. Lo fundamental es controlar las porciones, elegir frutas enteras y variar los tipos de fruta. Cuando se consumen de forma planificada y equilibrada, las frutas aportan beneficios para la salud general y ayudan al control de la glucosa en sangre.
Fuentes
– Mayo Clinic. Dieta para la diabetes: ¿debo evitar las frutas dulces?
– American Diabetes Association (ADA). Standards of Care in Diabetes — 2025.
– Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Diabetes Meal Planning.
– U.S. Department of Agriculture (USDA). Dietary Guidelines for Americans, 2025–2030.

