Toma Nota, El Efecto Emocional de la Ingesta AlimentariaToma Nota, El Efecto Emocional de la Ingesta Alimentaria

SADM #80 Sep/Oct 2018

Mariela González, Clinical Psychologist

Cuando las personas se refieren al acto de comer, no es nuevo plantear que éste resulta agradable. Aun así, considero que no se sabe si el efecto emocional de los alimentos es mayor en obesos, que en aquellos sujetos que cuentan con un peso normal.

Siguiendo esta línea, los estudios han señalado que un 10.2% de personas con obesidad, reporta una sobreingesta como respuesta a emociones positivas o eventos sociales, al generar éstas un estado de bienestar. El punto es que pareciera que dejamos atrás otro aspecto relacionado con los efectos que determinados alimentos pueden tener, sin tomar en cuenta la motivación hacia la comida.

Es relevante traer a discusión, el efecto que tienen los alimentos ricos en carbohidratos y ácidos grasos saturados, sobre el funcionamiento de la región cerebral del hipocampo; zona que estimula el consumo de alimentos, por medio de señales neurohormonales que resultan importantes para lograr el equilibrio energético.

No obstante, pareciera que la motivación hacia dichos alimentos en particular, se llega a comprender por medio de la activación de este sistema neural como respuesta al estrés, debido a que pudiésemos con esto, estar ante el papel que tendría la autorregulación emocional sobre el aumento de peso en la obesidad.

Claro que si me detengo en este punto, podemos también tener presente que un 29.6% de las personas con obesidad, atribuyen su exceso de peso a la ingesta alimentaria como respuesta a emociones negativas. Este tipo de ingesta distingue así la sobreingesta como respuesta al estrés emocional, que estaría vinculada por el aumento de la secreción de glucorticoides y la disminución de insulina, lo que según investigadores en el área, promovería el consumo de determinados alimentos y a generar la obesidad.

Por lo tanto, el estrés como proceso psicológico que se suscita ante un requerimiento del organismo, frente al cuál no se tiene recursos suficientes para darle una respuesta apropiada; nos estaría mostrando un aspecto importante a tener en cuenta en los tratamientos de control de peso. Sin embargo, hay que recordar que cuando se está ante un estresor, no sólo pueden aparecer manifestaciones a nivel fisiológico que pueden propiciar o no un tipo de ingesta, sino también otras alteraciones cognitivas, emocionales y conductuales, que son las que en conjunción, explicarían el por qué varias personas ante situaciones estresantes semejantes manifiestan diferentes reacciones.

Lo anterior, nos coloca en una situación en la cual hablar de una relación entre estrés, ingesta alimentaria y obesidad, no es tan sencilla como quizás muchos pudieran pensar, dado que hasta ahora no está dilucidada. Al parecer, lo que podríamos decir con certeza, es que la emoción queda implicada en la etiología de la obesidad, ya sea por el carácter emocional implícito de la comida, o a través de un efecto mediador-moderador del estrés emocional en la necesidad para ingerir alimentos.

Más información: Mariela Gonzalez, escríbeme a marielagonzalezrd@gmail.com

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