Sal Marina

Nutrición, La sazón de la Sal Marina, SADM #64 Ene/Feb 2016

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Entre todas las variedades de sal, la llamada sal marina se distingue por su textura granulosa, olor brillante y sabor. A continuación, algunos de sus principales usos en la gastronomía.

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La sal marina, aunque sigue siendo cloruro de sodio, es poco procesada, ya que se obtiene de la evaporación del agua salada del mar, de los lagos y ríos salados, lo que hace de ella un condimento natural y más saludable. El alto valor mineral de esta sal incluye potasio, aluminio, magnesio, hierro, flúor, zinc, entre muchos otros. Otra de sus características es su textura, algo más gruesa que la sal “de mesa”, algo que aporta una textura diferente a los platos.

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Dado que potencia el sabor de los alimentos, la sal marina es ideal para adobar carnes al horno, rojas o blancas, estofados u otros que sean de larga cocción. Los aderezos para ensaladas con un punto de dicha sal, combinados con hierbas frescas, aceite de oliva y vinagre balsámico, adquieren más gusto y un toque crocante que va muy bien con vegetales y hortalizas.

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También se usa sal marina en la elaboración de postres para balancear lo dulce y lo salado. Las tartas de frutas, galletas y hasta los caramelos son algunos de los clásicos de la repostería que se enriquecen. En materia de chocolatería también se incorpora este condimento, junto a ciertos sabores picantes y amargos. Las trufas de chocolate, fondants y bombones gourmet son algunas de las opciones con sal marina que se pueden degustar.

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