Debido a las altas temperaturas, durante el verano es recomendable evitar comidas calóricas, muy grasosas así como las frituras, .
Es preferible una dieta que te permitan mantener la energía necesaria, pero ligeras, frescas, hidratantes y nutritivas.
Veamos varios motivos para evitar esas comidas durante el verano:
- Mejor digestión
- Las comidas pesadas (grasosas, muy condimentadas o grandes porciones) ralentizan la digestión.
- Con el calor, el cuerpo tiende a tener una digestión más lenta, por lo que comidas ligeras ayudan a evitar malestares como hinchazón, pesadez o indigestión.
- Hidratación adecuada
- Comidas livianas (ensaladas, frutas, verduras, sopas frías) suelen tener alto contenido de agua, lo cual ayuda a mantenerte hidratado.
- El calor incrementa la pérdida de líquidos por el sudor.
- Menor esfuerzo metabólico
- Digestión de comidas pesadas eleva la temperatura corporal y requiere más energía.
- En verano, el cuerpo ya trabaja más para regular la temperatura, así que las comidas livianas reducen el estrés metabólico.
- Más energía y mejor rendimiento
- Sentirse ligero facilita la actividad física, el trabajo y otras rutinas.
- Evitar comidas pesadas ayuda a no sentir sueño o fatiga después de comer.
- Mejor control del apetito
- En verano, muchas personas naturalmente tienen menos hambre.
- Comer liviano permite seguir el ritmo natural del cuerpo sin forzarlo.
Ejemplos de comidas livianas para el verano:
- Ensaladas con proteínas (pollo, atún, tofu)
- Gazpacho o sopas frías
- Frutas frescas (sandía, melón, piña)
- Yogur natural con frutas
- Jugos naturales y batidos verdes
Puedes conseguir recomendaciones de dietas para la ocasión en estos enlaces:
Recomendaciones para niños por Children’s Health
Recomendaciones para hombres por Mens Health