Bethesda (EE.UU.), 17 de septiembre de 2025 – Los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) han anunciado el lanzamiento de una ambiciosa iniciativa para investigar la salud humana “en su totalidad”, superando el enfoque tradicional centrado en órganos o enfermedades específicas. El objetivo es construir una red integrada de conocimiento para entender cómo los distintos sistemas del cuerpo interactúan para mantener la salud.

El nuevo esfuerzo de los NIH, liderado por el National Center for Complementary and Integrative Health (NCCIH), busca redefinir la salud como un proceso global, no meramente la ausencia de enfermedad. Se pretende desarrollar un modelo funcional completo de la fisiología humana sana, vinculando medidas clínicas comunes como la presión arterial, la glucosa o el colesterol con funciones fisiológicas más amplias. También se proyecta construir, con datos existentes y nuevos, un mapa interactivo de la función del organismo entero, inspirándose en programas previos como el Human Reference Atlas y el Human BioMolecular Atlas Program (HuBMAP).

El proyecto contempla varias etapas. La primera es la recolección y síntesis de conocimiento existente sobre función fisiológica sana, variables clínico-biológicas, estilo de vida e interacciones entre sistemas corporales. Posteriormente se desarrollará un modelo de referencia que conecte anatomía, fisiología, biomarcadores clínicos y factores externos como hábitos, ambiente, estrés y dieta. A continuación, se implementarán los datos, poblando este marco con información humana ya disponible y con nuevos hallazgos. Finalmente, se construirá y probará un modelo interactivo que permita explorar la salud humana como un sistema integrado, estudiando cómo se produce la pérdida de función y cómo se puede restaurar.

La importancia de esta iniciativa radica en que la investigación en salud no se limitará a tratar enfermedades, sino que también indagará en lo que mantiene a las personas saludables en primer lugar, lo que supone un paso crítico hacia la medicina preventiva. Este enfoque podría ayudar a identificar mecanismos comunes detrás de distintas enfermedades crónicas, permitiendo intervenciones más holísticas y multifactoriales. Asimismo, una red integrada de salud mejoraría la precisión en los tratamientos, adaptándolos no solo al órgano afectado, sino al estado funcional general del individuo.

Sin embargo, el proyecto enfrenta retos significativos. Entre ellos, la integración de datos diversos, desde anatómicos y moleculares hasta clínicos, de estilo de vida y ambientales, lo que exige estándares de interoperabilidad y calidad. También está el desafío de comprender relaciones causales más allá de simples correlaciones, así como garantizar que los datos representen la diversidad poblacional, étnica y social, para que los hallazgos tengan una aplicabilidad global.

El proyecto “Whole Person Health and Function” del NIH marca un paso decisivo hacia una visión más holística de la salud humana. No se trata únicamente de curar enfermedades, sino de mapear y entender la función óptima del cuerpo en su conjunto, con el fin de prevenir, mantener y restaurar la salud de maneras más efectivas. Si logra cumplir sus objetivos, podría transformar la investigación biomédica, la práctica clínica y las políticas de salud pública.

Referencias

National Institutes of Health. “NIH launches landmark project on whole person health and function.