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¿Qué es la Creatividad? ¿De dónde viene? ¿Existen las musas?

Estas y otras preguntas han venido resonando en las redes sociales. Para empezar, la creatividad es la capacidad de producir nuevas ideas y conceptos que aportan soluciones efectivas y útiles a una situación dada, a veces ni siquiera llega a ser un cuestionamiento. Cuando indagamos sobre “el lugar de origen” encontramos dos mundos: uno externo, la situación que requiere o demanda un abordaje y el mundo interno del ser humano que pretende producir ese algo para abordar de forma novedosa y eficaz el escenario dado.

Entonces ¿existen las musas? ¿La inspiración baja del cielo? La creatividad no solo se expresa a través del arte, sino en todo lo que hacemos día a día, y es importante aclarar que nuestro cerebro nunca para de trabajar. Está en constante funcionamiento, incluso cuando dormimos, sin embargo no estamos conscientes 100% de ese trabajo. Hay preguntas que aparentemente no nos quitan tiempo ni nos perturban, pero permanecen en nuestro cerebro dando vueltas y de pronto, aparece la solución ¿En qué trabaja tanto el cerebro? Básicamente buscando la adaptación y probablemente notemos que somos un poco reiterativos, es porque siempre se intenta un arreglo desde el menor esfuerzo apegándose a patrones conocidos, como resultado nos atrapamos en la zona de confort.

Einstein propuso el cambio de acción para encontrar caminos diferentes: “Si buscas resultados distinto, no hagas siempre lo mismo”, y en su oportunidad Picasso señaló “si llegan las musas que te pillen trabajando”, entonces podríamos deducir que lograr que “las musas” vengan, implica “faena” y hacer una variación en la gestión o exploración de rutas diversas.

Existen condiciones que facilitan el acto creativo, se recomienda la práctica de la meditación y evitar la exposición sostenida a ambientes estresantes, o el abuso en tareas repetitivas porque además de alterar nuestra salud mental, “acaba con la musa inspiradora”. Realizar actividades lúdicas que inviten a la reflexión y procurar no ser un “consumidor compulsivo” de las redes sociales, pues nos cargan de imágenes y sensaciones que no podemos manejar, bloqueando el proceso creativo.

Procurar en los niños un aprendizaje basado en el cuestionamiento más que en la memorización, pues a la larga lo que tendríamos son alumnos adoctrinados incapaces de crear. Darnos permiso para cometer errores y cierro con la frase de Salvador Dalí:
“Los errores tienen casi siempre un carácter sagrado. Nunca intentéis corregirlos. Al contrario: lo que procede es racionalizarlos, compenetrarse con aquellos integralmente. Después, os será posible subliminarlos”

 

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Maria Fernanda Martinez

Maria Fernanda Martínez

Psicóloga Clínico

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